
- Señor, he visitado tu creación y pude constatar que tu aliento permanece en toda la existencia. Pude ver como el Hombre ha crecido en tu grandeza y también como lejos de ti se ha sumido hasta la degradación. Hubo algo, Señor, que al observarlo no pude comprender: ¿Porqué los seres más amados de tu Creación, hombre y mujer, en su espalda sólo tienen un ala invisible? Los Ángeles tenemos dos. Por eso podemos llegar donde deseamos volando en libertad… si lo deseamos podemos llegar hasta la Luz de tu Amor. Con tristeza vi como los humanos, tu creación preferida, con su única ala no pueden volar y así nunca podrán hacerlo…
Dios respondió:
- Es verdad lo que tú dices: Hice a los hombres y mujeres solamente con un ala... –Y permaneció en silencio.
El Ángel insistió:
- ¿Pero, por qué lo hiciste así, Señor? Entonces, ¿ellos nunca podrán remontar el vuelo?
Sin prisa, Dios respondió:
- Ellos sí pueden llegar a volar y aún mejor que los arcángeles... Para volar, tú precisas de tus dos alas... Y aun surcando los cielos infinitos estás solo. El ser humano, hombre o mujer, para hacerlo deberán unirse el uno con el otro para así juntar sus alas. Para lograr esa unión deberán entregar mucho de sí, respetarse, conocerse, aceptarse, perdonarse… Y en esa cercanía irá surgiendo una fuerza hermosa. fuerte y divina: el Amor... Aprenderán que solamente al lograr amarse verdaderamente y al convertirse ambos en una sola carne, podrán unir sus alas y juntos volar. Solamente a través del amor verdadero podrán llegar hasta a mi. Ellos, a diferencia tuya, nunca estarán solos en su vuelo.
El Ángel entonces comprendió, sonrió y acompañó al Señor en su silencio.
Este escrito está basado en un escrito católico, el cual se estructuró para una mayor comprensión y claridad.
ResponderEliminarMe gusta