jueves, 12 de enero de 2017

Niños y jóvenes… ¡los felicito!


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Niños y jóvenes… ¡los felicito! ¿Porqué?
Bueno, por ser niños y jóvenes. Sencillamente por ello: por ser niños y también jóvenes. ¿Saben? Yo también algún día fui niño y mucho tiempo después fui  joven. Del haber sido niño me acuerdo muy poco. Mis recuerdos de entonces son como cuadros estáticos captados en ciertos puntos del camino: un ‘cabro’ chico flacuchento pelo corto en la esquina asoleada de una casa, otro niño bonito cercano. Un hombre joven engominado, de terno, camisa blanca y corbata; de fondo una bicicleta negra, Philips, 28x1½…  
El niño chico  mi recuerdo antiguo y bello: mi hermano Sergio, hoy esposo, padre amado y respetable. El chico flacuchento, niño de ese tiempo, hoy flamante anciano por fuera y viejo regastado por dentro: yo. El otro… nuestro padre, joven entonces,  y que gracias a Dios aprendí a amar y conocerlo.
De ese día ya han pasado setenta años y aún quedan en mi  mente frescos pincelazos de esa escena. Pedazos de cartulina brillante, estampas  en blanco y negro, amarillentas por el paso de miles de días y días. Entrada de cortas historias que se están perdiendo entre  la niebla del pasado. Hoy las veo. las estudio, trato de llegar por ellas a sus momento de origen. He recordado ‘tios’ que ya no están. primos que nunca estuvieron…Sólo mis amigos de entonces permanecen abrazados sonriendo en el recuerdo pero perdidos de mi realidad actual..

¿Saben? A través del tiempo he podido darme cuenta que del pasado he quedado solo. porque yo he buscado esa soledad. Qué no daría yo por  regalar una flor a cada uno de los seres que no olvido, o mejor, una semilla para que al sembrarla y crecer permanezca más allá de mis recuerdos. Como flor efímera belleza como árbol fruto y sombra duradera
.


Jetrón.

1 comentario:

  1. Me alegra ver que escribes en este sitio. Espero lo sigas haciendo. Un saludo amigo, Dios te bendiga

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